Con la aprobación de la nueva Directiva de Eficiencia Energética de Edificios de la Unión Europea, que establece la eliminación de combustibles fósiles en las calderas de gas para 2040, ha surgido un intenso debate. ¿Realmente se prohibirán las calderas de gas? Sigue leyendo para obtener toda la información.
¿Se prohibirán las calderas de gas en la Unión Europea?
La respuesta es clara: No, esta nueva normativa no prohíbe las calderas de gas.
Según lo establecido en la directiva, no se menciona la sustitución de calderas de gas por bombas de calor ni la prohibición de su uso. La contaminación no está determinada por la tecnología utilizada, sino por el tipo de combustible empleado. Lo que debe cambiar es el uso de combustibles fósiles, que deben ser reemplazados por fuentes de energía renovables.
La directiva, publicada el 20 de septiembre en el Diario Oficial de la Unión Europea, otorga un plazo de dos años para que cada país adapte la normativa a su situación y decida cómo implementarla en su legislación. En España, el Gobierno debe definir qué se considera un combustible fósil y cuál es el nivel de CO₂ que convierte a un combustible en una fuente de energía renovable.
Además, se debe planificar cómo se llevará a cabo la transición energética. En Repsol, proponemos que esta transición se realice de forma gradual, con reducciones progresivas, para garantizar un cambio justo, eficaz e inclusivo.
Nueva normativa sobre calderas de gas
¿Tendré que adaptar o cambiar mi caldera de gas?
En la actualidad, ya existen combustibles renovables, como el biopropano, que son totalmente compatibles con las calderas de gas y cumplen con las normativas previstas para 2040.
Con el avance tecnológico y la investigación, es probable que se desarrollen nuevas fuentes de energía renovable para reemplazar los combustibles fósiles.
Cambiar calderas de gas por bombas de calor no representaría una transición energética justa e inclusiva para los hogares. El costo de esta sustitución es muy elevado, entre 11.000 y 24.000 €, dependiendo de la instalación y el tamaño de la vivienda, lo que resulta inasequible para muchas familias.
Es esencial revisar las ayudas y subvenciones actuales, ya que no fomentan la sustitución de los equipos.
¿Cuál es el futuro de las calderas de gas?
Es crucial no imponer límites al uso de una tecnología ya implementada en los hogares, sino enfocar los esfuerzos en encontrar combustibles renovables que puedan utilizarse en los sistemas de calefacción existentes.
Aunque en la construcción de nuevos edificios se promuevan sistemas como la aerotermia y las bombas de calor, las calderas de gas no desaparecerán. Se emplearán combustibles menos contaminantes que cumplan con las nuevas regulaciones.
No hay una única forma de lograr la descarbonización de la calefacción doméstica. Además de las soluciones eléctricas que se han propuesto erróneamente como única opción, existen nuevos gases renovables como el biopropano, el biometano y el hidrógeno renovable.
